Cuando yo era chica, cada vez que iba sola a la calle me decían “cuidado con el hombre de la bolsa”; también te contaban el cuento de Caperucita y el lobo (cuento que enseñaba a los chicos a no ir solos al bosque…. Y no solo por los lobos….) hoy yo les digo a mis alumnas, “cuidado con el que se te acerca a decirte que es productor de modas, de cine, o que te va a dar trabajo como copera y vas a ganar muchísimo” Yo creo que todo se refiere a lo mismo, sin importar las fechas: NENA CUIDATE!!!!
La trata de personas se define como la captación, el traslado, el transporte, la acogida o la recepción de una persona utilizando la violencia, amenazas, engaño, rapto, el abuso de poder o abuso de la situación de vulnerabilidad u otros elementos de coacción con el fin de someterla a explotación y lucrarse con su actividad.
Con la sanción de la Ley 26.842 a fines de 2012, se ampliaron los derechos de las víctimas, se reconoció al delito como federal y se endurecieron las penas. El 98% de las víctimas de explotación sexual son mujeres. Un 72% son mayores de edad, el resto menores. Entre estas, la mayoría tienen entre 15 y 17 años. Al final de su artículo 1º, la Ley indica además que "el consentimiento dado por la víctima de la trata y explotación de personas no constituirá en ningún caso causal de eximición de responsabilidad penal, civil o administrativa de los autores, partícipes, cooperadores o instigadores". ¿Qué significa esto? En muchos países, aún se considera a la víctima como la “causante del delito”. Sin dudas este es uno de los puntos más celebrados por aquellas Ongs e instituciones intermedias que trabajan con la problemática y que reclamaban cambios en una ley que no garantizaba, por ejemplo, que las víctimas no fueran juzgadas por delitos cometidos como consecuencia de su situación, amén de no dar garantía de los derechos básicos de aquellas personas que habían caído en las redes de la trata y la explotación.
La realidad de nuestro país en uno de los delitos más comunes dentro de la trata de personas, aquella que contempla la prostitución y la oferta de "servicios" sexuales. Los captores estudian muy bien a sus víctimas: madres solteras, mujeres con problemas económicos, mujeres solas, adolescentes sin cuidados familiares. A veces el secuestro es por la fuerza pero en general es con engaños aprovechándose de la vulnerabilidad de las víctimas. Por ejemplo aceptan ofertas de trabajo doméstico fuera de la ciudad, como meseras o coperas. Son trasladadas hasta el lugar desconociendo su paradero y lo que les depara
En un 49 por ciento de los casos registrados, además, la explotación se produce en ciudades de menos de 70 mil habitantes. De ellas, un 32 por ciento corresponde incluso a distritos de menos de 25 mil personas. Las provincias de Buenos Aires y Misiones surgen en las estadísticas como las principales zonas de explotación.
Cuando la víctima llega, ya está secuestrada pues posee la deuda con los secuestradores de traslado, del alquiler de la habitación, de la comida y de los preservativos por si quieren "cuidarse" de enfermedades de transmisión sexual y embarazos durante las relaciones que están obligadas a mantener. Las multas dinerarias alcanzan a las "faltas" como llegar tarde, no tener limpia la habitación, "peleas entre las chicas", quejas del "cliente", entre otras.
En muchos casos las víctimas tienen la posibilidad de salir del lugar por breves períodos de tiempo pero para los explotadores eso no pone en riesgo un posible escape: existen amenazas de represalias con los hijos, los padres o familiares de las víctimas verosímiles porque saben a ciencia cierta que los captores conocen dónde viven sus seres queridos, ya que fue allí, en sus ciudades de origen, donde las conocieron.
Una de las principales ventajas con las que cuentan los captadores y explotadores es el miedo de la sociedad, la "oscuridad", lo "siniestro", donde este delito logra esconderse. Es contra esa inercia, contra la "naturalización" de estas prácticas aberrantes, estas redes de complicidades, contra la que la sociedad debe luchar. Sin "clientes" no hay trata.
Las consecuencias para la víctimas son muy graves:
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- violación de sus derechos humanos por coerción física y psicológica, abuso y violencia.
- enfermedades nutricionales
- enfermedades e infecciones de transmisión sexual
- abortos clandestinos que en muchos casos causan la muerte por realizarse en condiciones de carnicería humana.
- infecciones por las precarias condiciones de higiene
- debido a que son inducidas u obligadas a consumir drogas y alcohol, la mayoría posee dependencia
- depresión
Esa mujer puede ser tu novia, tu sobrina, tu amiga, tu hermana, tu madre…
artículo, Diario Clarín
Nos leemos, buena semana, María
SU MADRE GRITA SIN COMPACION
SIN VIDA ESTABA TIRADA GOLPEADA PORQUE? QUIEN FUE?
COMO ES QUE MATAN A UNA NIÑA TAN PEQUEÑA
SOLO TENIA 12 AÑOS TODA UNA VIDA POR VIVIR
Agrupación Marylin