viernes, 19 de abril de 2013

Capacidades diferentes:/misma sexualidad


“No es la discapacidad lo que hace difícil la vida,
sino los pensamientos y acciones de los demás”


La vida afectiva y sexual de las personas  con síndrome de Down está sometida a toda una serie de mitos, prejuicios y fantasmas que inquietan a las familias y a los educadores, pero que no dejan de ser eso: PREJUICIOS. Abordar el tema de la sexualidad de la persona con discapacidad es  complicado, porque es difícil ser objetivo, cualquier alusión a su sexualidad nos remite a la nuestra, a nuestros propios fantasmas y ansiedades.
El impulso sexual está presente en todas las personas y es un motor de nuestra conducta, una energía vital, saludable, que favorece emociones y sentimientos positivos y, produce placer y otras gratificaciones sensitivas y emocionales, toda vez que facilita las relaciones interpersonales. Hoy día seguimos encontrándonos con padres que desearían que las manifestaciones sexuales tarden en llegar en sus hijos, lo mismo pasa con los hijos con síndrome de Down, admitiendo los papás que es un problema y una preocupación más a las que ya tienen.
A esto le sumamos que los adultos  también  se dejan influir con el ideal de belleza que proporciona la sociedad y la cultura, y suponen que sus hijos están alejados de esta “selectividad” y por lo tanto su sexualidad y personalidad  se ven disminuidas , teniendo una noción desvirtuada de lo que es “atractivo” y “deseable”.

Educar sexualmente a los adolescentes con Síndrome de Down requiere tener  en cuenta que las recetas sólo valen en la cocina, que las personas no son objetos simples de manipular, que cada ser humano es un nuevo mundo por descubrir... No todas las personas con síndrome de Down tienen las mismas aptitudes para aprender, idéntica estabilidad emocional e igual capacidad para relacionarse socialmente o para llevar una vida independiente.  La sexualidad dice presente en los adolescentes y adultos con síndrome de Down.
La discapacidad intelectual conlleva una menor capacidad para la adaptación a las circunstancias y para la responsabilidad. Requiere doble esfuerzo enseñar de que hay conductas que socialmente no son aceptables o que debe realizarlas en su intimidad: lanzarse a besar a una chica o chico -desconocidos o no- simplemente porque nos gusta, realizar contactos en su propio cuerpo o en el de otra persona, masturbarse en público o bien, desvestirse, etc. Ellos aprenden de la experiencia y de las conductas de la familia, de sus amigos y de la escuela. Su capacidad valorativa la tienen reducida, no es que no la tengan. Cuando los estímulos externos que reciben son muy intensos, resulta difícil exigirles autocontrol. De ahí la necesidad de una educación muy tempranamente iniciada, en la que el respeto y el aprecio de la sexualidad crezcan de manera conjunta. Valores, enseñanzas y límites claros y concretos.


En el síndrome de Down no hay hipersexualidad de origen orgánico (hormonal), la edad de comienzo y terminación de la pubertad es la normal.  Las mujeres tienen ciclos menstruales regulares y el comienzo de la menstruación aparece a una edad similar a la de otras jóvenes. Las adolescentes con síndrome de Down presentan un cierto riesgo de depresión y reacciones de ajuste, a veces asociadas a las relaciones: es importante descubrir y tratar precozmente estos problemas. Los servicios de apoyo que fomentan la integración en la comunidad, las habilidades sociales y la autoestima constituyen medidas preventivas importantes. En el caso de las adolescentes, habitualmente poseen maduración y funcionamiento sexual sin grandes alteraciones, habiendo registros de frecuencia aumentada en los ciclos anovulatorios. Teóricamente, tiene 50% de probabilidad de tener un bebé con síndrome  de Down.  Si bien son fértiles existe una reducción en la cantidad de folículos ováricos.

 La incapacidad de los varones para la reproducción puede estar relacionada con su incapacidad para producir gametos en cantidad suficiente, el volumen eyaculatorio es menor y en algunos caso poseen una erección pobre. Esto no quiere decir que sean estériles pero si que su fertilidad se ve reducida.
Hasta el momento, el grado de esterilidad o fertilidad de los varones con síndrome de Down es poco claro. En las exploraciones, se han visto con frecuencia casos de criptorquidia, pene pequeño, menor tamaño de los testículos. Es frecuente la ausencia de vello facial o la presencia de poco pelo.

Se recomienda mucho  diálogo y:

1. Construir la identidad sexual de hombre y de mujer y reforzar el manejo de algún tipo de defensa o rechazo ante personas extrañas con actitudes sospechosas.

2. Un ambiente con menos estímulos sexuales - esto dependerá de la postura de la familia.

3. Revisar las actividades recreativas y como el adolescente está utilizando su tiempo libre  (ejemplo: programas televisivos)

Una visita al médico  puede ayudar a saber en qué etapa de su pubertad está, y comenzar a trabajar con métodos anticonceptivos adecuados, si es que el adolescente lo requiere.


En la vida nadie es mejor que nadie; solo somos de capacidades diferentes.... todos tenemos capacidades diferentes....y siempre acordate...
"No se ve sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos".

Muy buena semana, nos leemos,María

Les dejo buen material para leer...

1 comentario:

  1. María: Como siempre me dejas con la boca abierta, a pesar de "Ramiro" nunca supe ni imaginé ni averigué, como era este tema en chicos downs. Excelente todo :D

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