HOY NO MI AMOR...la última vez me dolió

Dispareunia: dolor en la relación sexual

El milagro de existir...  El instinto de buscar...

La fortuna de encontrar...  El gusto de conocer...

La ilusión de vislumbrar...  El placer de coincidir...

El temor a reincidir...  El orgullo de gustar...

La emoción de desnudar...  y descubrir, despacio, el juego.

El rito de acariciar  prendiendo fuego.

La delicia de encajar  y abandonarse.

El alivio de estallar  y derramarse.

Y el amor, el amor, el amor, el amor, el amor,

J.M. Serrat

Una descripción espectacular…las relaciones sexuales y el amor te hacen sentir así!!!!!
Pero ¿por qué a algunas mujeres el coito (relación sexual vaginal) le resulta doloroso?

Estamos en presencia de otra disfunción sexual como la dispareunia, el vaginismo, los calambres de los músculos internos o la inflamación pélvica crónica. ¿Sus causas? Pueden ser varias, ya aclaramos en el artículo sobre eyaculación precoz, que pueden ser orgánicas o pscológicas.

Este clase de patología trae un malestar en la relación de pareja, sensación de impotencia por no saber la causa ni la forma de actuar para evitar que aparezca el dolor, disminución de la frecuencia y de la calidad de las relaciones sexuales, evitación de las mismas por vergüenza, culpa o frustración, sentimientos de bronca y frustración,  disminución del placer sexual, ideas erróneas, etc. Cuanto mayor es la intensidad del dolor, mayor la incidencia en la alteración de las relaciones sexuales, mayor el aumento de evitación de las mismas, incremento del malestar en el vínculo erótico y en la relación afectiva. Pero, como otros trastornos, esto se silencia, no se habla, no se pide la ayuda de un sexólogo o terapeuta, se buscan nuevas relaciones….en síntesis : no se soluciona el problema.

Los cuadros más comunes tienen  semejanzas físicas y psicológicas: el dolor en la relación sexual; difieren  en que la dispareunia  se expresa a través de la molestia o dolor antes o después de la penetración y el vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos perineales, cerrando  el introito vaginal y haciendo difícil su penetración  Este artículo lo dedicaremos a la dispareunia.
La dispareunia puede ser primaria, es decir desde el inicio de las relaciones sexuales, ó secundaria o adquirida, cuando aparece luego de un período de relaciones sexuales sin dolor.
Puede ser situacional, cuando se limita a ciertas clases de estimulación ó de situaciones y selectiva cuando se experimenta con algunos compañeros sexuales y con otros no. Cuanto más difícil sea de precisar su/s causa/s y cuanto más difusa sea la localización del dolor referido, mayor será la probabilidad de ser atribuible a causas psicoemocionales. Puede ser: precoital, coital, postcoital o combinada.

La dispareunia puede ser un síntoma producido por múltiples trastornos ginecológicos y urológicos. De aquí que el diagnóstico diferencial revista suprema importancia en la evaluación del dolor sexual. Por lo común el método consiste ante todo en la exclusión de las causas físicas.  ¿Cuáles pueden ser las causas físicas? :

Patología de los labios, Problemas clitorídeos, Himen intacto o rígido, colgajos himenales dolorosos.  Vulvovaginitis, ITS,  irritación o infección de las glándulas de Bartolino y de Skene, Lubricación inadecuada, Cicatrices por intervención quirúrgica, Episiotomía sensible, Uretritis, cistitis , Vagina corta congénita., Endometriosis, Patología ovárica: quistes, tumores. Congestión pélvica., Trastornos del intestino (muy común la inflamación intestinal: el pene o consolador al “golpear” contra la vagina, hace vibrar al intestino que se encuentra lleno de gases)

La dispareunia mas frecuentemente posee origen psicológico.

 Una educación sexual represiva, el mantenimiento de creencias y prejuicios que sólo producen frustración, displacer y sufrimiento personal, la culpa ante la expresión de la sexualidad., una personalidad inhibida ,, una infancia traumática en la expresión sexual., una historia sexual traumática., el desconocimiento y la falta de información sexual., la ausencia de experiencia sexual,  stress, la recuperación de enfermedades recientes., el temor a quedar embarazada. o a dañar al bebé durante el embarazo, la ausencia de deseo sexual y de lubricación vaginal causada por un inadecuado juego sexual,  la aversión a la pareja, una relación de pareja inmadura o insatisfactoria.

Como vemos son múltiples las causas. Por lo tanto lo primero que hay que hacer es conversar con la pareja, comunicarse, contenerse, escucharse.
Segundo ir al ginecólogo para evaluar y/o tratar una patología (si la hubiera)
Tercero: trabajar con un sexólogo o con un terapeuta. El tratamiento será escalonado dependiendo de las necesidades de la mujer; se compartirán sesiones con la pareja. La mujer deberá realizar ejercicios de entrenamiento y control de los músculos pubococcígeos que rodean el tercio externo de la vagina, dilatación y en varios casos desensibilización progresiva con introducción de objetos fálicos, junto con técnicas de respiración y relajación muscular que le ayuden a distenderse y a controlar la ansiedad.

Acuérdense de los juegos previos, la mujer necesita su tiempo para que la sangre circule y llene toda la cavidad pélvica. La mujer necesita sentirse deseada, única (por lo menos en ese momento), valorada, acompañada. La mujer necesita de su compañero/a para que se cuerpo se sienta en "llamas".
Amor de a dos: disfrutalo, hace que tu pareja  y vos tengan el “ alivio de estallar y derramarse”
Nos leemos, buena semana!!!!!!

María